El año pasado a nivel laboral tuve casi la misma cantidad de
momentos buenos como momentos malos. Esto lejos de dejarme un saldo empatado me
dejo un sabor amargo que hasta ayer me persiguió.
En lo que al trabajo se refiere yo ya viví estar en todos
los sectores, desde el más modesto hasta el más alto en cuanto a trabajar en
equipo se trata, fui contratada mil veces y otras tantas me toco contratar y liderar grupos grandes de trabajo y esas
experiencias o esos cambios de roles me hicieron saber que a nivel laboral
nadie está en un puesto privilegiado. Al final no importa de qué lado estés,
sos un laburante y debes hacer bien tu trabajo.
Pero quiero rescatar algunas experiencias del año pasado y
las rescato especialmente para que no vuelva a ocurrir, para dejarlo por
escrito y que así la historia no se vuelva a repetir. Existe algo que se llama instinto,
ese que nos lleva a transitar por el lado de la vida en donde somos por
completo felices, seguir nuestro instinto nos mantiene vivos y eso no es nada
nuevo. Pero qué pasa cuando te jugas en contra de tu instinto? Según lo vivido
creo que la única respuesta a no hacerle caso al instinto es el arrepentimiento
profundo!
Y es así como hasta ayer me arrepentí de darle cabida a
ciertas personas en mi vida, personas que se pintaban como muy PRO en un mundo
que desconocía, mundo que me pareció atractivo y por el cual me jugué a pesar
de mi instinto y ese fue mi mayor error! Digo hasta ayer porque de esta
experiencia solo rescato algo, de este tipo de personas solo quiero distancia,
distancia y distancia!
La vida y el trabajo están muy liados, tanto así que una
persona que no conoce la lealtad y la
moral es muy difícil que se comporte bien en el trabajo y hablo de lealtad y de
moral porque es lo básico con lo que un ser humano debe contar para ser honesto,
esa honestidad que te lleva a cumplir con
tu vida y tu trabajo con todo lo que ello implica, honrado todos los
compromisos asumidos pese a todo.
Desde mi
punto de vista es solo observar cómo se comporta a la hora de trabajar,
para saber cómo es su vida y obviamente qué
tipo de persona es. Por lo que viví me di cuenta que es muy normal que estas personas
posean vidas desordenadas y sin respeto a sus propias familias. No respetan
nada ni sus propias vidas ya que la droga corre como lo más normal ya que la
justifican como “inspiración” Como si se pudiera trabar o jalar la inspiración!
No se puede ser bueno en algo y un desastre en todo lo demás,
no se puede llevar un proyecto a buen término si de entrada no te respetas a
vos mismo. Si no podes distinguir que está mal y que está bien en tu vida mucho
menos lo harás a nivel laboral. Y lo más simpático de todo es que ese grupo de
personas se retroalimenta entre sí, digo esto porque fueron una cantidad de
eventos desafortunados que provinieron del mismo lugar, los tres eventos
desafortunados provinieron de personas que se conocen y tienen el mismo estilo
de vida.
Dios los hace y el diablo los amontona! Y la única forma de
librarte de eventos desafortunados es seguir a tu instinto, ese que te dice “Dulce…
abrí los ojos que estos son todos unos cagadores ALEJATE! Y si instinto, nunca más aceptare hacer tratos
con cagadores! Tratos que pese a mi instinto que me advertía que me aleje, cumplí
a cabalidad en tiempo y forma mientras que ellos fueron fieles a sus instintos
de CAGADORES!
No hay comentarios:
Publicar un comentario