Hace unos años alquile la película “El Secreto” que está
basada en el libro del cual todos hablaban en esa época. La verdad es que la vi con más ganas de burlarme
de lo que proponía que de ponerlo en práctica. Eso de que uno es positivo o
negativo en la vida a partir de cómo piensa y al ser de una u otra forma
termina por atraer cosas buenas o malas a su vida con el pensamiento, visualiza
a diario un deseo hace que se cumpla lo deseado me parecía tan pelotudo!
Es innegable que existen dos tipos de personas, las
positivas y las negativas al menos yo las clasifico así. Están las personas a
quienes quiero tener cerca y están esos
seres siniestros a los que cuando más lejos de mí estén mejor. Pero el éxito o
la realización de los sueños por llamarlo de alguna manera no tienen, a mi
entender, nada que ver con esta división ya que conozco a mucha gente
maravillosa que de ser exitosa está a años luz y también a cada personaje de
terror cuya única cualidad que posee seria es ser un exitoso. Y esto me hacía
dudar ya que no entendía como la mente podría atraer algo a través del pensamiento
sin que la persona en sí luche por conseguirlo. Este método no me convencía
para nada.
Y curiosamente lo que me cuestionaba terriblemente del método
era eso de tener que visualizar a diario algo para que se cumpla. Atraemos con
la mente lo que deseamos, con ejercicios de proyección en donde debemos vernos disfrutando del sueño
cumplido. Que pelotudez!
Pero bueno, sin tener mucha conciencia de lo que estaba
haciendo empecé a “pelotudizarme” con un ejercicio diario en donde me imaginaba
en un romance de película con un actor a quien admiro mucho. Y como buena fans que soy, a diario lo “googleaba” buscando fotos, leyendo todas sus entrevistas y mirando
cuanto videos suyo encontraba, avivando cada vez más mi admiración hacia él, en
especial cuando coincidía perfectamente con su opinión sobre cualquier tema que
era consultado.
Enamorada suspiraba y me imaginaba lo genial que sería poder
estar con él íntimamente, pero OJO! Juro que mi mayor deseo o al menos como me
visualizaba era conversando íntimamente con él, tranquilos sin que nadie
perturbe ese momento o lo distraiga, en donde solo estemos nosotros mirándonos a
los ojos y capaz, si me animaba poder robarle un beso.
Con eso fantaseaba tanto! Tanto así que cuando tuve la oportunidad
de verlo en persona hace unos años atrás como toda fans enamorada tenía en la
cabeza conseguir esa foto Cholula que atesoraría el resto de mi vida con una
sonrisa enorme de “misión cumplida”
Recuerdo el hotel en donde estaba él en una sala llena de
gente con las mismas ganas mías de conocerlo por lo que me toco hacer fila para
sacarme la foto Cholula de mi misión cumplida. Viendo a toda esa gente mientras
esperaba mí turno jamás considere que lograría no solo la foto sino que también
conversar con él unos minutos y en esa conversación él me indico como podríamos
seguir en contacto.
Y así fue! Esporádicos pero maravillosos intercambios de
mensajes que me alegraban el corazón se sucedieron por varios años. No era mi
amigo, no! Yo fans, el famoso y la relación era esa. Yo tan pendiente de su
carrera buscabas fechas o momentos especiales para poder enviarle ese mensaje
de felicitación o de buenos deseos para su carrera. Mensajes que él amorosamente
agradecía y con esa respuesta yo tenía hecho el día, el mes si se quiere!
Pero seguía con ese ejercicio diario de querer saber más sobre él y sucumbía
ante los malos pensamientos que me generaban sus fotos con poca ropa o alguna
que otra escena de amor que encontraba. Era él en mis pensamientos, en los malos y en lo buenos. Porque lo mío era
admiración, respeto pero también ese amor absolutamente platónico en donde me permitía
pensar en él pero besándole todo el cuerpo…
Hoy escribo esto al recordar los momentos que viví hace
pocos días con él, y sin dar más detalles solo puedo decir que los sueños se
cumple. Que visualizar algo fehacientemente y proyectar con el pensamiento (y
con el corazón) un hecho por más imposible que parezca funciona.
La energía que se genera a partir del deseo hace que la vida se equilibre
en algún punto. En mi caso reivindicándome muchos momentos injustos e inmerecidos
que recibí de otros hombres que si bien debo reconocer que me marcaron, jamás
lograron calar tan hondo en mi como ese momento en donde pude conversar con él
tranquilamente mirándole a los ojos sin que nadie nos interrumpa, llenarle de
besos y sentir el calor de su piel.
Aunque reconozco que esos días posteriores a nuestro
encuentro estuve enferma de amor, ante mi poca posibilidad de creer en lo que había
vivido, eso de desear algo tanto y que se te cumpla de forma tan contundente
genera muchos mambos, pero fui asimilando todo, deje de sentir culpas o de
arrepentirme por haber sido tan torpe cuando estuve en su presencia. Y ya sin
mambos ese sentimiento muto, ahora siento que él (sin saber por qué lo hizo) lo
que me brindo fue una cura de amor. Un amor efímero, sanador y secreto.
Tener un secreto es cosa seria, en especial cuando tenes que
disimular esa cara de felicidad plena que se genera en el preciso momento en
que algún recuerdo juguetón aparece de la nada para acariciarte la piel y alegrarte
el día. El secreto funciono, para mi ahora es: él secreto.