Buscar este blog

2 de septiembre de 2014

Fidelidad.

Si tuviera que darle valores a las palabras clasificándolas en valor emocional, valor moral y valor social, lejos la que mayor comprometimiento  tiene en todos esos sentidos es la palabra FIDELIDAD.
Buscando definiciones descubrí que existen MILES!  Desde frases al estilo Paulo Coelho (anga) y otra lista de pensadores y filósofo de todos los tiempos, seres quienes se merecen todo mi respeto, puedo deducir que esa misma carga de valores que siento fue analizada ya por gente muy grossa anteriormente.

Y nadando en ese mar de definiciones debo reconocer que una de ellas me llamo la atención poderosamente. La misma rezaba: FIDELIDAD es una noción que en su nivel más abstracto implica una conexión verdadera con una fuente. Su significado original está vinculado a la lealtad
Esta definición me atrapo como luz a un bichito porque en ella están unidas dos palabras que para mí no tienen nada que ver! Fidelidad y lealtad. La fidelidad no tiene nada que ver con la lealtad y paso a explicar esto.

Ser fiel y ojo,  hablo de la vida misma, no solo de la fidelidad a nivel pareja. Ser fiel es estar liado a algo, a un sentimiento o a una doctrina, ser fiel es transitar un camino con la convicción de que ese camino es el correcto. Ser fiel es aceptar que en pro de seguir con nuestras convicciones estamos renunciando a todo lo que tácitamente no está implícito en el hecho o a todo lo que nos alejan del objetivo en cuestión.
Pero somos seres imperfectos y contradictorios, eso sin contar con las “pruebas” a las cuales la vida misma nos enfrenta. Momentos en donde nuestra propia naturaleza destructiva o aventurera nos aleja del objetivo y debemos optar por avanzar o retroceder.

Entonces ser infiel es una posibilidad que esta tan latente siempre! Somos infieles a nuestras convicciones, infieles a nuestras creencias, a nuestros sentimientos y hasta a nuestra manera de vivir. Ser infiel es aventurarnos a eso que la vida o nuestra naturaleza nos enfrenta. Caer, destruir lo que construimos, experimentar con la gran posibilidad de perder o de herirnos. Somos infieles en muchos aspectos, somos infieles y lidiamos con eso siempre. Entonces mi pregunta es tomando como ejemplo la definición inicial. Y la lealtad?

La lealtad es otra cosa! Ser leal no da otra opción a nada más, ya que no podemos ser desleales a nosotros mismos. Aunque pequemos de infieles seguimos siendo  leales a nosotros mismos siempre, hasta cuando somos infieles a nuestra manera de concebir nuestro destino.


Se puede ser infiel pero no desleal.  Porque en nuestra infidelidad somos leales a nuestra naturaleza. 

24 de agosto de 2014

El secreto


Hace unos años alquile la película “El Secreto” que está basada en el libro del cual todos hablaban en esa época.  La verdad es que la vi con más ganas de burlarme de lo que proponía que de ponerlo en práctica. Eso de que uno es positivo o negativo en la vida a partir de cómo piensa y al ser de una u otra forma termina por atraer cosas buenas o malas a su vida con el pensamiento, visualiza a diario un deseo hace que se cumpla lo deseado me parecía tan pelotudo!

Es innegable que existen dos tipos de personas, las positivas y las negativas al menos yo las clasifico así. Están las personas a quienes quiero  tener cerca y están esos seres siniestros a los que cuando más lejos de mí estén mejor. Pero el éxito o la realización de los sueños por llamarlo de alguna manera no tienen, a mi entender, nada que ver con esta división ya que conozco a mucha gente maravillosa que de ser exitosa está a años luz y también a cada personaje de terror cuya única cualidad que posee seria es ser un exitoso. Y esto me hacía dudar ya que no entendía como la mente podría atraer algo a través del pensamiento sin que la persona en sí luche por conseguirlo. Este método no me convencía para nada.

Y curiosamente lo que me cuestionaba terriblemente del método era eso de tener que visualizar a diario algo para que se cumpla. Atraemos con la mente lo que deseamos, con ejercicios de proyección en donde  debemos vernos disfrutando del sueño cumplido.  Que pelotudez!

Pero bueno, sin tener mucha conciencia de lo que estaba haciendo empecé a “pelotudizarme” con un ejercicio diario en donde me imaginaba en un romance de película con un actor a quien admiro mucho.  Y como buena fans que soy, a diario lo “googleaba”  buscando  fotos, leyendo todas sus entrevistas y mirando cuanto videos suyo encontraba, avivando cada vez más mi admiración hacia él, en especial cuando coincidía perfectamente con su opinión sobre cualquier tema que era consultado.
Enamorada suspiraba y me imaginaba lo genial que sería poder estar con él íntimamente, pero OJO! Juro que mi mayor deseo o al menos como me visualizaba era conversando íntimamente con él, tranquilos sin que nadie perturbe ese momento o lo distraiga, en donde solo estemos nosotros mirándonos a los ojos y capaz, si me animaba poder robarle un beso.

Con eso fantaseaba tanto! Tanto así que cuando tuve la oportunidad de verlo en persona hace unos años atrás como toda fans enamorada tenía en la cabeza conseguir esa foto Cholula que atesoraría el resto de mi vida con una sonrisa enorme de “misión cumplida”

Recuerdo el hotel en donde estaba él en una sala llena de gente con las mismas ganas mías de conocerlo por lo que me toco hacer fila para sacarme la foto Cholula de mi misión cumplida. Viendo a toda esa gente mientras esperaba mí turno jamás considere que lograría no solo la foto sino que también conversar con él unos minutos y en esa conversación él me indico como podríamos seguir en contacto.
Y así fue! Esporádicos pero maravillosos intercambios de mensajes que me alegraban el corazón se sucedieron por varios años. No era mi amigo, no! Yo fans, el famoso y la relación era esa. Yo tan pendiente de su carrera buscabas fechas o momentos especiales para poder enviarle ese mensaje de felicitación o de buenos deseos para su carrera. Mensajes que él amorosamente agradecía y con esa respuesta yo tenía hecho el día, el mes si se quiere!
Pero seguía con ese ejercicio  diario de querer saber más sobre él y sucumbía ante los malos pensamientos que me generaban sus fotos con poca ropa o alguna que otra escena de amor que encontraba.  Era él en mis pensamientos,  en los malos y en lo buenos. Porque lo mío era admiración, respeto pero también ese amor absolutamente platónico en donde me permitía pensar en él pero besándole todo el cuerpo…

Hoy escribo esto al recordar los momentos que viví hace pocos días con él, y sin dar más detalles solo puedo decir que los sueños se cumple. Que visualizar algo fehacientemente y proyectar con el pensamiento (y con el corazón) un hecho por más imposible que parezca  funciona.  La energía que se genera a partir del deseo hace que la vida se equilibre en algún punto. En mi caso reivindicándome muchos momentos injustos e inmerecidos que recibí de otros hombres que si bien debo reconocer que me marcaron, jamás lograron calar tan hondo en mi como ese momento en donde pude conversar con él tranquilamente mirándole a los ojos sin que nadie nos interrumpa, llenarle de besos y sentir el calor de su piel.

Aunque reconozco que esos días posteriores a nuestro encuentro estuve enferma de amor, ante mi poca posibilidad de creer en lo que había vivido, eso de desear algo tanto y que se te cumpla de forma tan contundente genera muchos mambos, pero fui asimilando todo, deje de sentir culpas o de arrepentirme por haber sido tan torpe cuando estuve en su presencia. Y ya sin mambos ese sentimiento muto, ahora siento que él (sin saber por qué lo hizo) lo que me brindo fue una cura de amor. Un amor efímero, sanador y  secreto.


Tener un secreto es cosa seria, en especial cuando tenes que disimular esa cara de felicidad plena que se genera en el preciso momento en que algún recuerdo juguetón aparece de la nada para acariciarte la piel y alegrarte el día. El secreto funciono, para mi ahora es: él secreto.

17 de enero de 2014

Mi pecado


Nací en un país machista en donde las mujeres son todo el tiempo condenadas a vivir bajo el yugo del hombre quien tiene todo el poder de decisión sobre sus vidas, por ser el hombre y basta. Nací dentro de una sociedad en donde tus posibilidades se acortan con el paso del tiempo siendo que debería ser todo lo contrario. 

Crecí como princesa, libre dentro de la super protección que me daba mi amado padre a quien le extraño todos los días de mi vida. Crecí amada hasta más no poder por él. Crecí creyendo que existían más hombres maravillosos como él. Que equivocada estaba!

Vivo dentro del mundo audiovisual que es mi profesión, es mi pasión! Un mundo que llena mi vida  con pequeñas victorias en cada producción que realizo en donde todo sale a pedir de boca… y aunque muchas veces le dedico demasiado de mi vida, estoy convencida que a ese mundo quiero pertenecer siempre.

Muero lentamente con cada derrota sentimental que vivo en cada relación que intento. Muero un poco pero nunca lo suficiente como para matar este deseo de encontrar pareja, sigo como alma en pena "reinventandome" en busca de alguien que no este tan herido o que si lo esta aun así siga teniendo el deseo de intentar, por que estar en pareja es eso mismo. Tener ganas de intentar y no perder nunca esas mismas ganas!

Busco en cada intento fallido cual fue el pecado que cometí que debo pagar con esta soledad impuesta por el destino y en cada evaluación en busca de esas respuestas solo encuentro más preguntas.
Sera mi falta de belleza física? Pero si lo que importa es lo de adentro dicen todos GRAN MENTIRA!
Capaz sea mi capacidad de ser auto-suficiente cosa que es directamente proporcional a mis ganas de estar en pareja en un país en donde el mayor pecado de una mujer es el de ser inteligente y auto-suficiente, el machismo reinante premia a esa autosuficiencia con soledad.


Nací en un hermoso país mediterráneo, rodeado por un mar de nabos! Y yo que me quiero enamorar y querer eso en los tiempos que corren, es el mayor pecado que alguien puede cometer! Peco de ganas de amar y mi castigo es la soledad…