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1 de enero de 2015

Adiós para siempre!



Y empiezo otro año compañada de mi gran y odiada amiga la soledad, en los tiempos que corren es una utopía pensar en el amor? Esa pregunta me tala el alma hasta casi derrumbarla.

Que paso con el amor? Llegue tarde a la repartición de almas gemelas tal vez? No tengo muy claro el motivo pero si la circunstancia, esa que me deja sola todos los días y todas las noches en la que mi búsqueda de compañía me deja cada día más descorazonada.

Y me re invento buscando motivos para no desplomarme del todo, con esa eterna esperanza de seguir dando pasos rumbo a lo desconocido en busca de encontrarme a ese ser que estará asumo en mis mismas condiciones... O no? Y si justamente ese que me tiene le destino preparado para mi no esta en mis mismas condiciones? Capaz esta en pareja absolutamente infeliz porque se equivoco de alma gemela. O capaz esta en otro país con otras realidades a su alrededor esperando que alguien le mueva el piso y lo saque de su zona de confort.

Esa zona de confort a la cual nos resguardamos para no sufrir. Al menos yo acostumbrada al rechazo y a la no realización de mis amores me refugio en mi zona de confort llamada soledad.

15 propósitos para un 2015 maravilloso son los que figuran en la lista que me hice pero dandole ahora una mirada rápida descubro que en ningún ítems figura nada ni parecido a "encontrar un amor". Y no sé si culparle a mi consciente o a mi subconsciente este hecho solo sé que en una lista de cosas por realizar en donde encontrar un ser a quien amar y cuidar no depende de mi, al menos no al 100%.

Un ser a quien amar y cuidar, un varón educado y amable que se deje mimar, un caballero valiente con ganas de emprender mil aventuras, con el coraje necesario de manejar mi carácter y cuidarme cuando la tristeza me juege una mala pasada. Que tenga brazos fuertes para construir una vida juntos y para abrazarme como me gusta ser abrazada. Tantas veces te describí en mis sueños y te dibuje con mi deseo que solo me falta darme cara a cara contigo.

Imagino que mirándote a los ojos no habrán dudas de quienes somos y de que siempre nos pertenecimos. No podría ahora escribir que palabras te diría pero si estoy segura que ese día le diría un Adiós para siempre a mi soledad.

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